Guadalupe Grande por Ángeles Fernangómez

 GUADALUPE GRANDE

(Madrid 1965 - 2021)

“Y daría igual que fuéramos eternos”

Por Ángeles Fernangómez

 

No cuentan las mujeres historias heroicas, sino de tenaz resistencia.

Guadalupe Grande (Los invisibles átomos del silencio)

Ser una persona inculta no puede ser una opción en un país desarrollado y democrático.

Guadalupe Grande (La cultura del libro)

 

Que la Biblioteca Nacional haya acogido los archivos personales de la familia Grande-Aguirre es sin duda una magnífica noticia que ya recogió la prensa a mediados de abril pasado. La donación fue hecha por Ignacio Grande Lara, tío paterno de Guadalupe Grande. Sucede que, en el transcurso de tan solo 7 años (2014-2021), el trio familiar de poetas maravillosos formado por Félix Grande (padre), Francisca Aguirre (madre) y Guadalupe Grande Aguirre (hija), se nos ha ido uno tras otro a habitar el lado opuesto de la vida.


Que escritores como Félix o Paca nos hayan dejado, supone un dolor punzante para todos los amantes de la literatura y el compromiso social, pero digamos que, por mucho que nos duela, más o menos ellos dos han muerto cumpliendo ya su etapa razonable de vida, aunque no excesiva, sobre todo en el caso de Félix. No así la hija, Guadalupe (Lupe para los amigos), solamente contaba con 55 años y la muerte llamó a su puerta con prisa. Como escribió en El País el periodista Manuel Rico “Morir a los 55 años es una derrota innecesaria. Odiosa y radicalmente injusta”. Y lo escribió dando la vuelta a aquello que la propia Guadalupe escribió en su Poética:

Pienso que escribir poesía quizá sea una derrota necesaria.[…] Pienso en cada poema como en las últimas palabras de este naufragio, de esta derrota necesaria.

Realmente, su muerte es una de esas cosas tan incomprensibles e injustas que tiene la vida: Que el mundo es imposible. Que las calles no pueden cabernos en el pecho..., escribió ella.

El poeta Francisco Caro, escribía también con motivo de su fallecimiento: “Ayer, como de pólvora, se extendió por nuestro pequeño mundo, la noticia de la muerte de Guadalupe Grande. Rápida, terrible. Ella, tan en sí, tan de la pelea, de la justicia. Con todo el peso detrás de una herencia y una historia que llevaba digna y sola. Qué será de la calle Alenza, de esa casa en donde Paca Aguirre vigilaba el sueño de la niña y de Félix mientras ascendía escribiendo trescientos escalones…”

Era la poeta licenciada en Antropología Social por la UCM y gustaba de pasarlo todo por su tamiz humanista. Intelectual, poeta, ensayista, crítica literaria y, más tarde, se centra en la fotografía y el collage uniendo palabra y experimentación plástica con resultados sorprendentes mediante sus ilustraciones y fotomontajes que, en sí mismos, son verdaderos poemas visuales que expresan con imágenes mundos imposibles, inmortales, oníricos, a los que hay que quedarse fijamente contemplando para que nos desvelen cada rincón de su misteriosa historia. Verdaderamente, Arte, Poseía en todas sus expresiones.

En cuanto a sus valores humanistas, de casta le viene al galgo, ya que sus padres lo vivieron siempre en lo personal y mediante su literatura. No solo vivió desde niña rodeada de libros -suerte que confesó agradecer y admirar enormemente-, en un ambiente poético, rodeada de padres poetas y de poetas amigos de sus padres, sino también en un ambiente de gran compromiso social:

 

He nacido, he vivido y espero morir rodeada de libros.

 

Su madre, vivió marcada por el asesinato de su padre, el pintor Lorenzo Aguirre, sentencia ejecutada a garrote vil tras su condena por parte de la dictadura franquista. Esta tragedia acaecida con el abuelo también se refleja en su obra:

 

Y el padre de ella es condenado ejecutado y no desaparece

deja tres hijas esposa algunos cuadros

así eran las películas entonces

en blanco y negro

y las águilas

y los caimanes

(Fragmento de Leones y jirafas)

 

A propósito del compromiso, cabe destacar que nuestra poeta, siempre estuvo involucrada en las actividades de la Casa de la Cultura y Participación Ciudadana de su barrio, el madrileño barrio de Chamberí.

Es aquí donde, junto a la poeta Mª Ángeles Maeso, llevó a cabo el ciclo Poesía en el Bulevar.

La recuperación de la Memoria Histórica fue otro de los pilares de su lucha social: (...) Porque la cuestión es sencilla como un anillo, o la alianza de la dignidad, la restitución y la memoria, o la basura del privilegio. Sí, aún ha de llover sobre los nombres escritos en el agua de la historia.

El pasado mes de abril, coincidiendo con la noticia de la donación de la obra de los Grande-Aguirre, y en la propia Biblioteca Nacional, se presentó el libro Guadalupe Grande ESA LLAVE YA NIEVE gracias al trabajo amoroso, generoso y minucioso de compañeros y compañeras de la poesía y, sobre todo, amigos, que hicieron posible este libro-joya. Ellos fueron Lorena Esmorís, Sarah Martín, Juan Carlos Mestre, Miguel Ángel Muñoz Sanjuán, Mario Obrero y Raquel Ramírez de Arellano. El libro, de una edición exquisita y tratada con devota sutileza y mimo, recoge obra mixta de Guadalupe Grande: collages y textos de la autora, tanto de poesía como de notas y apuntes de temáticas diversas. También cuenta con un delicado archivo fotográfico. Absolutamente todo el contenido de ilustraciones y textos es obra suya y solo suya y es generosidad que hay que agradecer a quienes gestaron la publicación, ya que los egos brillaron por su ausencia y la protagonista es exclusivamente la obra de Guadalupe Grande. Nada mejor que abrir este vídeo para ver y comprender mejor el libro: https://www.youtube.com/watch?v=3kmeBP764K0

En 2008, Guadalupe obtuvo la Beca Valle-Inclán para creación literaria en la Academia de España en Roma. De esa estancia en Roma es el Cuaderno de Roma, ampliado con los apuntes sobre Bomarzo y Venecia y recogido en el libro póstumo al que nos venimos refiriendo que, como no puede ser de otra manera, ha acogido también la Biblioteca Nacional y puede conseguirse en su tienda de libros:

Las tumbas etruscas sonríen a la muerte, hablan con ella, le cuentan la historia de sus pasiones. Yo amé y me desearon, y la abundancia me visitó: aquí los alimentos, aquí los instrumentos musicales que me acompañaron en la dicha, aquí el dios protector a quien le hablaba cada mañana, aquí mi sexo en la celebración y en el sometimiento, aquí los leopardos que le hablan al laurel, aquí el vino que acercó mi conciencia a la semilla (…) 

De Memoria de Tarquinia II.

 

LA POETA

 

Ya hemos ido dando pinceladas y sabemos que fue una destacada artista multidisciplinar. Centrándonos ahora en la Poesía, se diría que, al igual que se afirma de su madre, de la que se dice que es complicado encasillarla en tendencia alguna, parece que su hija siguió, consciente o inconscientemente, el mismo camino y no responde a ninguna tendencia específica marcada, sino que es simplemente Ella, aunque nadie pueda escapar a las influencias, pero a fuerza de vivir desde niña la poesía y de leer tanto como había en los pasillos-biblioteca de su casa y más, quizá Guadalupe se forjó una voz tan propia que toda y ninguna otra poesía caben en la suya.

Su primera publicación fue El libro de Lilit (Premio Rafael Alberti). Siguieron La llave de niebla, Mapas de cera y Hotel para erizos.

Junto con el poeta Juan Carlos Mestre, realizó la selección y traducción de la antología La aldea de sal, del poeta brasileño Lêdo Ivo.

Participó en Tertulias y en un gran número de Festivales Internacionales como invitada y publicó en un gran número de Antologías.

También merecen ser destacadas sus traducciones y ensayos.

A su fallecimiento, dirigía la actividad poética de la Universidad Popular José Hierro de San Sebastián de los Reyes.

 


Huir es un naufragio,

un mar en el que buscas tu rostro

inútilmente

hasta convertirte en náufrago de sal,

cristal en el que brilla la nostalgia.

(…)

Huir tiene frío y en la piel de su vientre

resuenan palabras graves     valor

asombro       lluvia.

(Fragmentos del poema La huía)

 

Digo que no existe el olvido;

hay muerte y sombras de lo vivo,

hay naufragios y pálidos recuerdos,

hay miedo e imprudencia

y otra vez sombras y frío y piedra.

                        (Fragmento del poema La ceniza)

 

Vi tres pájaros muriendo en pleno vuelo

y la tristeza del agua cuando se evapora.

(Fragmento de Madrid, marzo 1992)

 

Escuchas el maullido de un gato. Has visto a un hombre sin brazos al borde de la limosna

         has rozado la pierna perdida del animal en el pantalón doblado sobre el muslo has

         comprendido que la muerte es un ramo de rosas de plástico atado a un farol

y te has preguntado qué palabra no es una onomatopeya indescifrable, una

         persecución en la sombra.

(Fragmento del poema Gatas pariendo)

  

Poema Centro Comercial: https://poderpopular.info/2019/04/27/guadalupe-grande-poema-centro-comercial/

   

LA CRÍTICA LITERARIA

 

Esta fue otra faceta suya no menos importante. Tuvo ocasión de colaborar con diversas revistas culturales: Cuadernos Hispanoamericanos, El Urugallo, Reseña… y diarios: El Mundo, El Independiente

 

LA ARTISTA GRÁFICA Y VISUAL

 

No sé lo que dirían los especialistas en este tipo de arte, pero considero que se podría calificar su arte gráfico y visual como hermoso y complejo, muy complejo, nacido de un alma nada simple y plena de conocimiento y de virtud, de agudeza estética, de complicidad, de avidez para el aprendizaje e imaginación para convertir la técnica aprendida en arte pleno, pura poesía visual, otra forma de comunicarse con el mundo, otro idioma desconocido para los necios. Nadie que no haya sido tocado por la estrella de lo intangible, podría transmitir tanto sin palabras. Transmitir tanta inquietud, tanto misterio, tanto mundo interior y libre de prohibiciones absurdas, tanta sincronía, tanta… Ella sí, ella fue ungida con el don de la belleza.

Pero mejor acercarse a su obra y sentirlo con los ojos para después trasladar la sensación al corazón y al intelecto. Transmutarlo y redimirse en el mensaje.

Lupe se ha ido, pero su legado está preservado y rodeado de calor.

Si realmente hubiera algo que nos traspase hacia otros mundos, Guadalupe se habrá reunido ya con sus padres y, entre los tres, habrán montado una inmensa biblioteca con estantes en el corazón de las nubes. “La niña” será la encargada de sacar los libros a bailar.



Ángeles Fernangómez.
Poeta y narradora leonesa residente en Madrid. Cursos de Periodismo, Poesía y Literatura creativa. Creadora y Coordinadora de los Encuentros poético-artísticos Poética en Gredos. Cofundadora de la Asociación Versos Pintados del Café Gijón (pintores y poetas). Organización y Coordinación de Ciclos como La Literatura Temática.

Colaboraciones en revistas y periódicos: Alkaid, R.Universidad Quintana Roo (México). Visítame Magazine (N.Y.), MasticadoresFEM o La Nueva Crónica Leonesa. Participación en numerosas antologías (poesía y relato): 50 poetas contemporáneos de Castilla y León, Encuentros e

Sambara, El Quijote en el Gijón, En una Ciudad Lineal, Versos Pintados, La mujer en la poesía hispano-marroquí, Filando cuentos de mujer, Amor se escribe sin sangre y Dados circulares (escritura polifónica), entre otras.

Participación en guiones e interpretaciones de Performances literarias: Profanando la letra, diálogos a cuerpo abierto o la de, Sylvia y Anne, oscuras novias conspiradoras.

Publicaciones en solitario (Poesía): Chupitos Poéticos (Poesía breve 2011-Edit.: Los Libros de Umsaloua), Papel Albal (2016) y Ven a mi burdel (2021), ambas en Huerga y Fierro Editores.

Finalista y menciones: “Premio María del Villar”,  Certamen Les Filanderes o I Certamen Jirones de Azul.<<<<<<<

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